CONCURSO INTERNACIONAL DE IDEAS PARA UN MUSEO EN LA ABADÍA DE SAN GALGANO

Arquitectos / Architects: Giovanni Olcese y, Julio Garcés Colaboradores / Fellows: Federica Leone Ubicación / Location: Chiudisino, Italia Promotor / Promoter: Starforhistory Tipo de proyecto / Type: Concurso: Concurso / Competitión Lema / Wachword: LOG719 Premio / Award: Mención Año / Year: 2020
El Concurso internacional de Museo para la Abadía de San Galgano, en la provincia de Siena, se plantea como una oportunidad para rendir homenaje a la historia del complejo monástico. La implantación del nuevo museo respeta la huella del claustro perdido de la abadía, recuperando su geometría y espacio, y emulando el efecto espacial de recorrerlo. Al mismo tiempo se pretende indagar en la comprensión de la tipología abacial, su relación con la historia, el paisaje, los oficios y el estilo de vida que lo caracterizan. El programa del museo se organiza con un sencillo criterio: el acceso, núcleos verticales, y áreas de servicio se localizan en una franja frontal, mientras que los usos principales se orientan al claustro. El vestíbulo se ubica entre ambas bandas, iluminado por una cubierta transparente que ensalza la verticalidad de este espacio y tiene resonancias con el dramático espacio de la famosa iglesia, cuya cubierta se perdió y funciona como espacio para eventos. El límite entre el vestíbulo y las salas se trata como una fachada interior estructural, con grandes aperturas que generan relaciones constantes con el vestíbulo. Esta transversalidad refuerza la idea del museo como un conjunto de espacios abiertos adaptables.

LA ESTRATEGIA

La idea parte de un volumen puro y exento que dialoga con las edificiaciones circundantes. El edificio se plantea de una escala acorde con el orden primario del conjunto, se deforma el volumen alcanzando la forma de las cubiertas inclinadas, se realizan perforaciones o extrusiones en el volumen para conseguir nuevas visuales, recorridos o accesos. El edificio recupera el recorrdio orginal del acceso y del claustro devolviendo al visitante a realizar un recorrido tener unas visuales del edificio como se concivió originalmente. En el interior del edificio se dispone un vestíbulo vertical que recuerda a la verticalidad de la abadía.
Volumetría inical con cubierta inclinada asimétrica.
Sustracción y extrusión de volúmernes.
Recuperación del acceso original quebrado y de la circulación del claustro.
Aperturas en fachada y formación de claustro.
Vistas y relación con el paisaje.
Verticalidad en vestíbulo y lucernario superior.
Sectorización de servicios y fachada interior.
Sección transversal
Sección longitudinal
Vistas del vestíbulo y de la plaza de acceso al museo.
La cubierta a dos aguas y el arco de medio punto componen el repertorio formal del proyecto, que se coloca en la ubicación de las antiguas “cortes” o caballerizas a dos aguas que se ubicaban al oeste del claustro. El aspecto elemental que caracteriza el edificio pretende no competir con los atributos de la abadía: ofrece un volumen monolítico frente al cuerpo horadado de la iglesia; una composición asimétrica frente a un modelo canónico, un único material frente al tapiz de paramentos intervenidos en diferentes épocas; un número moderado de huecos frente al arquetipo gótico. A la vez que se dota al entorno de una serie de servicios comunes, el museo pretende articular el itinerario de visita al conjunto, que carece de un punto de inicio y de un orden claro en la actualidad. El edificio se adelante ligeramente con respecto a la iglesia y sale a recibir a los visitantes mediante una bóveda de acceso cubierta. Independientemente del orden que elige el visitante, esta bóveda sirve como un punto de encuentro para grupos, protegiéndolos del sol toscano o de la lluvia. Este espacio abierto coincide con el acceso original a la abadía.
Entendemos el claustro como el elemento más significativo de su tipología: el centro que ordena y da forma a las costumbres de la vida abacial. Entender esto significa descifrar el propósito de un modelo arquitectónico dentro de un contexto, cuyas huellas han sido borradas. El proyecto pretende recuperar este espacio, respetando su huella y facilitando su lectura mediante una serie de gestos: el respeto a los árboles y pozo existentes; el diseño de nuevos suelos y bancos que refuerzan la geometría de los parterres y el pozo mismo; la construcción de una nueva galería cubierta que sirve como terraza y enlaza los usos más públicos del museo con el claustro; y la composición de una nueva arquería que replica la modulación de la original en un lenguaje contemporáneo.
Plantas
El apilado de los diferentes usos del programa en tres niveles ofrece la oportunidad de generar nuevas relaciones con el territorio. La intención de no sobre estimular al visitante con el mundo exterior se plasma en un número controlado de huecos que van aportando diferentes capturas del paisaje a lo largo del recorrido, invitándole a pararse y reconocerlo en sus diferentes cualidades. Consciente del impacto del nuevo volumen, su tratamiento exterior propone una imagen silenciosa que dialogue con las múltiples capas materiales e históricas de los paramentos de la iglesia, donde conviven diferentes fábricas de piedra y ladrillo en una suerte de ejercicio de “patch-work”. Se llega así a un volumen pétro, con un tratamiento de piel rocosa con un grano vertical que neutraliza la horizontalidad del cuerpo. Al interior, todas las superficies son blancas, ofreciendo un plano neutro donde las piezas del museo y las capturas del paisaje destaquen. Al exterior, la traza del claustro y los bancos se construyen con losas de piedra caliza pulida, mientras que las zonas de paso se cubren con adoquín de granito local, dejando el espacio verde al interior del jardín del claustro.
Alzado principal
Alzados